“Quien vende la tierra, vende a su propia madre”; Zacualpan continúa resistiendo.
Edith Peredo
A un año de la muerte de Epitacia
Zamora Teodoro, quien impulsó la lucha contra la explotación de una mina de oro
en la comunidad indígena nahua de Zacualpan en el municipio de Comala, estado
de Colima, sus compañeros de resistencia afirman que continuarán defendiendo el
territorio porque como Pita decía; “quien vende la tierra, vende a su propia
madre”.
Ella aseguraba que había que
caminar con la frente en alto, siempre llevando el orgullo de ser indígena.
“Somos indígenas despiertos, no
dormidos. Les vamos a demostrar que esta lucha sigue y no queremos gente
extraña que nos venga a explotar. Nosotros somos de aquí, Zacualpan vive”,
decía Pita.
Ahora, con 23 años recién
cumplidos, José Martín Peña Guzmán indígena nahua de Zacualpan, recuerda a su
compañera Epitacia, y narra como iniciaron su defensa y organización
comunitaria hace 3 años, cuando descubrieron que se pretendía iniciar con el
proyecto minero encabezado por el empresario de nombre Rigoberto Verduzco,
mismo que se alió con diversas personas de la comunidad para tratar de
convencer a la gente de aceptar el proyecto.
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“Nosotros hemos hecho distintas
acciones para intentar frenar lo que ha sido el proyecto de planeación de este intento
de despojo. En un principio nosotros habíamos denunciado la complicidad que
existía de parte de las autoridades comunitarias con el empresario Verduzco y
con la delegación de la Procuraduría Agraria en el estado de Colima, en esta
caso con María Elena Díaz Rivera, quien al lado de Verduzco han sido unos de
los principales promoventes del proyecto de explotación en ese entonces y
actualmente los principales causantes de los conflictos internos que existen
dentro de nuestra comunidad”.
José Martín relató cómo tuvieron
que organizarse y realizar acciones de protesta que sirvieran para pronunciar
su sentir ante una situación que amenazaba totalmente con destruir su entorno.
“Nosotros reforzamos esta defensa
del territorio y nos organizamos para crear el Consejo Indígena para la Defensa
del Territorio de Zacualpan, en este participaban casi todas las personas.
Tuvimos que organizarnos y comenzar con las actividades y con las
movilizaciones. Tuvimos que trasladarnos a Colima, realizando mítines, marchas
y protestas en el palacio de gobierno, el congreso, delegaciones federales como
Semarnat, Profepa, Conagua y la Procuraduría Agraria. Emprendimos muchas
acciones que culminaron en un proceso en que las autoridades aceptaron que la
comunidad no estaba de acuerdo con el proyecto y que no iba a permitir que se
instalara el proyecto”.
Además, el joven recuerda los ataques
que sufrieron por parte de los distintos niveles de gobierno y sus órganos
represores como la policía federal y estatal. Y las agresiones que en la
actualidad, ejecuta el gobierno municipal que llegó hace seis meses al poder.
José asegura que esta situación no es exclusiva de su comunidad sino que se
vive en toda la república.
“Nosotros sufrimos una represión
hace dos años cuando exigíamos que se nos reconociera un acta de asamblea. Paralizamos
la bombas que surten de agua al estado de Colima y que están dentro del terreno
de nuestra comunidad, nosotros tenemos un manantial que es el que surte de agua
a miles de personas en el estado. Hubo movilización por parte del gobierno del
estado donde participaron más de 300 elementos de la policía judicial y
estatal, más de 30 patrullas, una tanqueta antimotines y ese día arrasaron con
todo, niños, señoras, a todos los que estábamos participando en esa protesta.
Han sido tantas que no puedo documentar todas y cada una”.
Asimismo, Peña Guzmán no olvida
la violencia y agresiones físicas que sufrieron los integrantes del Consejo
Indígena por parte de un grupo de choque que se conformó en julio de 2014,
mismo que era financiado por el gobierno para que pudiera seguir atacando a los
defensores de la tierra de Zacualpan.
José es parte del Mecanismo de
Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y dice que hace apenas
seis meses no podía estar completamente en espacios públicos porque era
agredido de inmediato “porque ya nos tenían identificados, es como eso de todas
las desapariciones, asesinatos que forman parte de una cadena de represión
contra luchas sociales, líderes sociales y contra la gente que le estorba a
quien tiene el poder”.
Confirma que, aunque pareciera
que con el mecanismo “estás más protegido”, no es así. Él, lo ve como una forma
de estar siendo monitoreado y controlado.
“Nosotros no sabemos en quien confiar
porque quienes en un principio han faltado a este derecho de la libre
expresión, pues ha sido el mismo gobierno no solo en Colima sino en todo el
país. Yo me siento igual, me dieron un botón de pánico pero siento que es
retrasada la medida de protección porque la policía nos dijo que tienen una
capacidad de respuesta de hasta cuarenta minutos, entonces en ese tiempo me
pueden pasar muchísimas cosas”.
Para él, el problema que
enfrentaba su comunidad parecía igual a todos y no imaginó las dimensiones de
la situación. Pero bastó poco para que se diera cuenta de lo que pasaba
realmente. Descubrió que Colima tiene más del 45 por ciento de su territorio,
concesionado a empresas mineras y como la gente en muchas partes del país no se
percata que su terreno forma parte de una concesión hasta que ya tiene la
maquinaria afuera de su casa queriendo llevar a cabo actividades de extracción
minera, pues nunca existe un derecho a la consulta pública y menos para los
pueblos indígenas.
La lucha de Zacualpan sigue viva
pues el 28 de noviembre de 2014, la comunidad eligió a Taurino Rincón como nuevo comisariado de bienes comunales y
a Conrado Carpio Hernández como presidente del consejo de vigilancia de bienes
comunales, sin embargo, el grupo de choque resultó inconforme con las
elecciones y promovió un juicio de destitución de las nuevas autoridades ante
el Tribunal Unitario Agrario. Ahora, los habitantes de Zacualpan esperan la
audiencia del próximo jueves 25 de febrero para determinar quién es el
comisariado de bienes comunales.
José Martín recalca que son la
primera comunidad con territorio libre de minería reconocido ante tribunales “porque
fue un magistrado quien validó el acta de asamblea del 23 de febrero del 2014,
gracias también al esfuerzo de la gente de la comunidad y de en ese entonces
Epitacia Zamora Teodoro quien era la secretaria del comisariado de bienes
comunales, gracias a todos ellos muchas dependencias nos han reconocido como
territorio libre de minería”.
El mensaje para otras luchas de
parte de la comunidad nahua de Zacualpan es claro, dice José, pues “somos
espejos de una realidad que se vive en el país y está acabando con nuestros
territorios, con nuestra cultura y con todo lo que no han enseñado nuestros
antepasados. Es importante continuar con esta defensa, continuar protegiendo lo
que por años han protegido las personas que han pasado por nuestro territorio,
de esa forma aseguramos el futuro de nuestra comunidad y de todo el país porque
nuestros territorios y bosques son guardianes de la riqueza ambiental y
ancestral que tenemos como pueblos indígenas”.
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