Sembrando sones, cultura y tradición



Edith Peredo 

Tía Cayita en el telar
Hace más de 20 años, Ricardo Perry Guillén, tuvo la oportunidad de colaborar en la dirección de cultura del ayuntamiento de Cosoleacaque y formar el Centro Cultural de Arte Popular para rescatar las tradiciones de los pueblos. 


“En ese entonces por toda la cuestión del proceso de industrialización de la zona por el petróleo, la cultura fue avasallada por las tradiciones de los foráneos, al grado que en Cosoleacaque y Jáltipan, ya no había jóvenes que tocaran el son jarocho, decidimos crear una dirección que atendiera solamente esta recuperación y así lo hicimos, así nació el taller de los Cojolites, el de Tía Cayita y muchos talleres de medicina tradicional, alfarería y todo lo que concierne a la cultura de nuestros pueblos”.


Sin embargo, al término de la administración el nuevo gobierno “mandó a todos a la calle” y el centro quedó sin ningún tipo de apoyo. Ricardo Perry, comentó que trabajaron en la banqueta y sacaron tarimas y telares para enseñar a los niños.


“En ese entonces, quienes daban las clases y quienes enseñaban, eran el grupo con el que yo participaba que era los Chuchumbé y luego cuando se terminó la administración, decidieron no trabajar y yo seguí con los chavos que un día fueron los Cojolites, ahí nació una nueva generación de niños, jóvenes con los que empecé a trabajar el proyecto cultural”. 


Pero después de un tiempo, el presidente municipal de Jáltipan, quien siempre pasaba por ese lugar lo invitó a laborar de nueva cuenta en la dirección de cultura. 


“Entonces decidimos fundar un espacio donde no nos corrieran cuando terminaran las administraciones, algo que fuera de nosotros y así fue como nació el Centro de Documentación y la Asociación Civil de los Cojolites”. 


Así, desde hace 18 años, el Centro de Documentación del Son Jarocho apuesta por el rescate de la cultura y el arte de los pueblos veracruzanos. 


“Ha sido muy fructífero porque hemos hecho una labor muy fuerte para el resguardo de la memoria, histórica y cultural, colectiva de nuestras comunidades. Tenemos un portal en internet que tiene más de 350 vídeos sobre la región, la cultura, los músicos y editamos una revista que se llama Son del Sur y siempre estamos trabajando en el resguardo del material fotográfico, de videos, documentos y aparte también es un lugar de enseñanza para transmitir a las nuevas generaciones la cultura de nosotros”. 


Por ello, del 26 de marzo al 2 de abril, se realizará la edición número 15 del Seminario de Son Jarocho y la Cultura Popular en el rancho llamado Luna Negra, a la orilla del río en el municipio de Jáltipan. La idea, dijo Perry Guillén, es que los asistentes aprendan a tocar un instrumento y conozcan de fondo la historia y magia que envuelve al son jarocho. 


“Ha sido un evento muy importante para el desarrollo del son jarocho porque la idea es que las personas aprendan a tocar un instrumento, que lo hagan bien, tenemos a los maestros más renombrados del son jarocho, las personas que más saben de diferentes grupos y tenemos talleres para principiantes, para avanzado, intermedios y de aquí tienen que salir sabiendo no solamente tocar un instrumento sino que también vamos a tener conferencias como es una sobre los Olmecas, la idea es que los que lleguen a ir no solo aprender a tocar sino todo lo que hay detrás del instrumento, de donde viene el son jarocho y esta cultura tan grande que tenemos”.


Además, los alumnos disfrutarán de los fandangos colectivos y la comida tradicional de Jáltipan, cocinada en lumbre de leña. También, podrán apreciar el contexto en que se desarrolla el son y entender porque se canta a los animales, al medio ambiente y la cotidianidad. 


“Sabrán de donde nos sale la inspiración, es un campamento, la gente tiene que llegar con casa de campaña y es a la orilla de un río, la van a pasar muy bien, además que van a tener actividad todo el día y se van a divertir en el aprendizaje”, dijo Ricardo. 


Para más información, puede visitar el sitio Seminario del Son Jarocho alojado en blogspot, consultar las páginas en Facebook “Los Cojolites y “Centro de Documentación del Son Jarocho”, o escribir al correo elsonjarocho@hotmail.com


Asimismo, en el marco del vigésimo aniversario de Los Cojolites, el Centro de Documentación trabaja en el proyecto musical “Somos el Sur”, integrado por otros tres grupos de jóvenes formados en el mismo centro. 


“Son los grupos Flor de Uvero, Pata de Vaca y Jarocho Barrio y son de los pueblos de Chinameca, Cosoleacaque, Zapote y Jáltipan y empezamos a trabajar con ellos porque nos gustaba su propuesta. Entonces sí me da gusto porque sacamos un disco del proyecto que tiene música de todos los grupos, ya nos presentamos en Coatzacoalcos, Xalapa y ahora iremos al teatro de la  ciudad de México el 4 de junio, allí estaremos presentando a los jóvenes y haciendo un recorrido de la música de los Cojolites”. 


Por último, Ricardo Perry envió un mensaje a todas las personas dedicadas al rescate de la cultura e historia de los pueblos y aseguró que la música y la unión pueden generar muchos cambios positivos en la sociedad. 


“Te deja mucha satisfacción hacer este tipo de cosas a la larga porque le da sentido a la vida y como estamos con tanto problema yo siento que todo esto que hacemos es muy bonito y muy grato y llena mucho el espíritu, te da esperanza para la vida, para nuestros pueblos y nosotros le damos mucho aliento a esta gente que se dedica a recrear y hacer posible que la cultura de los pueblos persista porque eso es lo que nos da unidad. Por ahí es el camino que nos debe llevar a otro paraje, le deseamos a todos que le echen muchas ganas, es un trabajo de hormiga, nosotros con lo poco que tengamos podemos hacer mucho, lo principal es el deseo y la firmeza de hacerlo y con eso podemos lograr todo lo que queramos”. 

Ricardo Perry, director del Centro de Documentación del Son Jarocho




“Quien vende la tierra, vende a su propia madre”; Zacualpan continúa resistiendo.

Edith Peredo



A un año de la muerte de Epitacia Zamora Teodoro, quien impulsó la lucha contra la explotación de una mina de oro en la comunidad indígena nahua de Zacualpan en el municipio de Comala, estado de Colima, sus compañeros de resistencia afirman que continuarán defendiendo el territorio porque como Pita decía; “quien vende la tierra, vende a su propia madre”.

Ella aseguraba que había que caminar con la frente en alto, siempre llevando el orgullo de ser indígena.

“Somos indígenas despiertos, no dormidos. Les vamos a demostrar que esta lucha sigue y no queremos gente extraña que nos venga a explotar. Nosotros somos de aquí, Zacualpan vive”, decía Pita.

+Pita Zamora
Ahora, con 23 años recién cumplidos, José Martín Peña Guzmán indígena nahua de Zacualpan, recuerda a su compañera Epitacia, y narra como iniciaron su defensa y organización comunitaria hace 3 años, cuando descubrieron que se pretendía iniciar con el proyecto minero encabezado por el empresario de nombre Rigoberto Verduzco, mismo que se alió con diversas personas de la comunidad para tratar de convencer a la gente de aceptar el proyecto.

“Nosotros hemos hecho distintas acciones para intentar frenar lo que ha sido el proyecto de planeación de este intento de despojo. En un principio nosotros habíamos denunciado la complicidad que existía de parte de las autoridades comunitarias con el empresario Verduzco y con la delegación de la Procuraduría Agraria en el estado de Colima, en esta caso con María Elena Díaz Rivera, quien al lado de Verduzco han sido unos de los principales promoventes del proyecto de explotación en ese entonces y actualmente los principales causantes de los conflictos internos que existen dentro de nuestra comunidad”.

José Martín relató cómo tuvieron que organizarse y realizar acciones de protesta que sirvieran para pronunciar su sentir ante una situación que amenazaba totalmente con destruir su entorno.

“Nosotros reforzamos esta defensa del territorio y nos organizamos para crear el Consejo Indígena para la Defensa del Territorio de Zacualpan, en este participaban casi todas las personas. Tuvimos que organizarnos y comenzar con las actividades y con las movilizaciones. Tuvimos que trasladarnos a Colima, realizando mítines, marchas y protestas en el palacio de gobierno, el congreso, delegaciones federales como Semarnat, Profepa, Conagua y la Procuraduría Agraria. Emprendimos muchas acciones que culminaron en un proceso en que las autoridades aceptaron que la comunidad no estaba de acuerdo con el proyecto y que no iba a permitir que se instalara el proyecto”.

Además, el joven recuerda los ataques que sufrieron por parte de los distintos niveles de gobierno y sus órganos represores como la policía federal y estatal. Y las agresiones que en la actualidad, ejecuta el gobierno municipal que llegó hace seis meses al poder. José asegura que esta situación no es exclusiva de su comunidad sino que se vive en toda la república.

“Nosotros sufrimos una represión hace dos años cuando exigíamos que se nos reconociera un acta de asamblea. Paralizamos la bombas que surten de agua al estado de Colima y que están dentro del terreno de nuestra comunidad, nosotros tenemos un manantial que es el que surte de agua a miles de personas en el estado. Hubo movilización por parte del gobierno del estado donde participaron más de 300 elementos de la policía judicial y estatal, más de 30 patrullas, una tanqueta antimotines y ese día arrasaron con todo, niños, señoras, a todos los que estábamos participando en esa protesta. Han sido tantas que no puedo documentar todas y cada una”.

Asimismo, Peña Guzmán no olvida la violencia y agresiones físicas que sufrieron los integrantes del Consejo Indígena por parte de un grupo de choque que se conformó en julio de 2014, mismo que era financiado por el gobierno para que pudiera seguir atacando a los defensores de la tierra de Zacualpan.

José es parte del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y dice que hace apenas seis meses no podía estar completamente en espacios públicos porque era agredido de inmediato “porque ya nos tenían identificados, es como eso de todas las desapariciones, asesinatos que forman parte de una cadena de represión contra luchas sociales, líderes sociales y contra la gente que le estorba a quien tiene el poder”.

Confirma que, aunque pareciera que con el mecanismo “estás más protegido”, no es así. Él, lo ve como una forma de estar siendo monitoreado y controlado.  

“Nosotros no sabemos en quien confiar porque quienes en un principio han faltado a este derecho de la libre expresión, pues ha sido el mismo gobierno no solo en Colima sino en todo el país. Yo me siento igual, me dieron un botón de pánico pero siento que es retrasada la medida de protección porque la policía nos dijo que tienen una capacidad de respuesta de hasta cuarenta minutos, entonces en ese tiempo me pueden pasar muchísimas cosas”.

Para él, el problema que enfrentaba su comunidad parecía igual a todos y no imaginó las dimensiones de la situación. Pero bastó poco para que se diera cuenta de lo que pasaba realmente. Descubrió que Colima tiene más del 45 por ciento de su territorio, concesionado a empresas mineras y como la gente en muchas partes del país no se percata que su terreno forma parte de una concesión hasta que ya tiene la maquinaria afuera de su casa queriendo llevar a cabo actividades de extracción minera, pues nunca existe un derecho a la consulta pública y menos para los pueblos indígenas.

La lucha de Zacualpan sigue viva pues el 28 de noviembre de 2014, la comunidad eligió a Taurino Rincón  como nuevo comisariado de bienes comunales y a Conrado Carpio Hernández como presidente del consejo de vigilancia de bienes comunales, sin embargo, el grupo de choque resultó inconforme con las elecciones y promovió un juicio de destitución de las nuevas autoridades ante el Tribunal Unitario Agrario. Ahora, los habitantes de Zacualpan esperan la audiencia del próximo jueves 25 de febrero para determinar quién es el comisariado de bienes comunales.

José Martín recalca que son la primera comunidad con territorio libre de minería reconocido ante tribunales “porque fue un magistrado quien validó el acta de asamblea del 23 de febrero del 2014, gracias también al esfuerzo de la gente de la comunidad y de en ese entonces Epitacia Zamora Teodoro quien era la secretaria del comisariado de bienes comunales, gracias a todos ellos muchas dependencias nos han reconocido como territorio libre de minería”.

El mensaje para otras luchas de parte de la comunidad nahua de Zacualpan es claro, dice José, pues “somos espejos de una realidad que se vive en el país y está acabando con nuestros territorios, con nuestra cultura y con todo lo que no han enseñado nuestros antepasados. Es importante continuar con esta defensa, continuar protegiendo lo que por años han protegido las personas que han pasado por nuestro territorio, de esa forma aseguramos el futuro de nuestra comunidad y de todo el país porque nuestros territorios y bosques son guardianes de la riqueza ambiental y ancestral que tenemos como pueblos indígenas”. 

2016 ¿año de cambios para Veracruz?

"Por tus hijos y los míos", Edith Peredo
Terminó 2015 y con su final, nacía la esperanza de iniciar un mejor año, que los 366 días siguientes fueran mejores o por lo menos; menos violentos que los pasados 365 que nos tocaron vivir o sobrevivir, en medio de tanta corrupción, mal gobierno, pocos recursos, menos café, más roya, mucha sangre, miles de desaparecidos, menos y más compañeros y muchas resistencias.

Enero pintaba ya para ser un periodo frío, pero no imaginábamos que fueran las malas noticias las que nos comenzarían a dejar helados desde los primeros días del mes. El caso de los cinco jóvenes arrestados el pasado 11 de enero por policías de Tierra Blanca y supuestamente entregados a la delincuencia organizada llegó a ojos y oídos de miles de personas, de nueva cuenta Veracruz resaltaba en los titulares de las noticias.  Ayotzinapa no solo es Guerrero, también Veracruz.

Aquí también hay madres y padres que esperan el regreso de sus hijos, que han tenido que aguantar la incompetencia de las autoridades y exigir justicia, sin quebrarse, aunque por dentro estén destrozados, aunque las palabras ya no alcancen para gritar que vuelvan a casa.  

Transcurren los días y las apariciones de cuerpos a orilla de carretera también pasan, uno, dos, tres cuerpos tirados como si fueran basura, como simples despojos humanos.

¿Quién fue? ¿Por qué? ¿Qué hizo?... las preguntas se quedan sin respuesta, las mentiras del gobierno no llenan las ausencias y en los ojos y el corazón de los familiares, las “investigaciones” ya no caben, ya no entran.

Mientras tanto, un PRI sucio, rojo y cerdo continúa candidateándose para la mini gubernatura, con aspirantes que se llenan la boca diciendo que Veracruz ahora sí cambiará pero que tienen la misma escuela e igual o peores mañas que Velasco, Herrera, Duarte y otros tantos que ya conocemos. Eso por un lado y por el otro, coaliciones entre azules y amarillos que lo mismo tienen de falsas que el #Misión cumplida de Enrique Peña Nieto.

Y los todavía legisladores del Congreso Local, aprueban y pasan cualquier iniciativa enviada por el patrón Javier Duarte para que, si las cosas ya estaban jodidas, se queden mucho peor.

La iniciativa presentada para reformar la Constitución local a fin de proteger “la vida al momento de la concepción y hasta la muerte natural”, fue aceptada por la mayoría de diputados, con lo cual se criminaliza el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos pues no podrán recurrir al aborto de manera legal. De ratificarse el voto a favor en el segundo periodo ordinario de este año que es de mayo a julio quienes decidan abortar, podrían ir a la cárcel hasta por un periodo de 40 años, según Martha Mendoza Parissi, directora del Centro de Estudios Legislativos e Igualdad de Género.

A finales de mes, los diputados locales participaron en el nombramiento de la sala de prensa del Congreso, ahora se llamará Regina Martínez, como la periodista y corresponsal de la revista Proceso asesinada el 28 de abril de 2012 en su domicilio en la ciudad de Xalapa, crimen que no ha sido esclarecido. En una carta, Proceso agradeció la “generosa iniciativa”, no obstante, también mostró su indignación y reiteró su “rechazo a las investigaciones y resultados que las autoridades de Veracruz dicen haber obtenido, una vez más, desde este recinto, volvemos a decir: ¡no les creemos!”.



Llegó el último día de enero y como cada 31, recordamos a Rubén Espinosa y Nadia Vera. La memoria no olvida y sabemos quiénes son los culpables de tan cobardes y atroces asesinatos, de tanta desaparición forzada, de tanta represión, persecución y robo, sucesos que lo mismo nos duelen que nos organizan para continuar en esta lucha, donde cada vez más sabemos que la justicia nunca jamás llegará de arriba.   

¡Nunca más un México sin nosotros!

Arrancaron nuestros frutos, cortaron nuestras ramas, quemaron nuestro tronco, pero no pudieron matar nuestras raíces.
Popol Vuh
Resistencia Civil contra la minería "La Puya", Guatemala 2015.

Este año, como muchos otros, ha sido largo ¿verdad?
Llegar a donde estamos, reconocer, recordar… ¿Cómo escribes tanto en unas cuantas líneas?
Las palabras sobran y a veces faltan. Hemos hablado de frente, llorando nuestras penas, compartiendo nuestros dolores. Escribimos y dialogamos y exigimos y nada ha sido suficiente. Las palabras retumban en la memoria de los que resistimos, se plasman en la piel, se adhieren a la lengua y brotan como semillas que luchan por sobrevivir. Y seguimos y todo vale; porque siendo diferentes, las palabras nos unen; porque si nos callamos, arriba ganan.
Los ojos han visto tanto y tan poco. Masacre, represión, golpizas, muerte. Y las lágrimas a veces no alcanzan y aunque los ojos se hacen chiquitos de desvelo, cansancio, ganas de no seguir viendo lo que vemos, siempre hay una disposición voluntaria para continuar buscando un rayito de luz solar, una estrella luminosa que sonría y encontrar otro ojo, una mano, un corazón que acompañe en la búsqueda de los que somos, de lo que nos quitaron.
Las manos han tocado todo y casi nada. Tierra fértil, agua cristalina, campo verde, otras manos… Los dedos han servido para delinear formas, figuras, cuerpos, rostros. Y la piel tiene memoria, y la piel no olvida y reclama lo sentido. La frescura del río que nos robaron, la textura de la tierra donde sembrábamos, la tibieza de la mano de una madre, un padre, un hijo, una hija, un compañero. Las manos no se cansan de buscar lo que perdimos o nos perdieron o nos arrebataron.
Los pies han andado a prisa y tan despacio. Han caminado otras geografías, diferentes territorios, y los zapatos aunque gastados, siguen resistiendo el andar. Los pies adoloridos, inflamados, llenos de recuerdos por tanta andanza, lastimados por tantas piedras que nos han puesto en el camino, con las que intentan que tropecemos, que caigamos, que renunciemos, que olvidemos a quienes acostumbraban marchar a nuestro lado, al mismo paso, al mismo tiempo. Tanto el camino, tanta la ausencia, tanta la injusticia. Y nuestra búsqueda no claudica, no se vende, no se rinde.
No dejemos de resistir la lucha, de llenar el corazón con todo lo bueno, por los que están y no están, por los que fuimos, por los que somos y por los que queremos ser.
Y que viva la vida, en tiempos donde desde abajo se construye un mundo nuevo.
Falta lo que falta... 

El no olvido, también es justicia...

Rubén no corras Rubén no grites Rubén no brinques Rubén no saltes Rubén no pases frente a los guardias Rubén no enfrentes a los policías Rubén no dejes que te disparen Rubén no saltes Rubén no grites Rubén no sangres Rubén no caigas. No te mueras, Rubén.
Luis Britto García

Todos los días te miro, de lejos, de cerca. En el trabajo, en la calle, en las bardas, en los periódicos. Todos los días pronuncio tu nombre, hablo de ti, de tu profesión y te recuerdo, sonriente, sencillo, caminando con pasos rápidos y firmes sobre las calles de la capital.
Te recuerdo y el recuerdo duele, el recuerdo cala. Y entonces, la memoria se vuelve indignación, la memoria se transforma en rabia. La rabia exige justicia.
A veces, aún creo que estás por llegar, por aparecer entre todos para capturar lo que pasa, lo que vivimos. Pero no vienes, no llegas. He visto los amaneceres desde mi ventana y los atardeceres me alcanzan cada que recorro mis distancias en el autobús. Todo se parece tanto a ayer, antier, al pasado, a cuando sí llegabas.
En estos días de lluvias (algunas más intensas que otras), pasa el tiempo, la gente, las noticias truqueadas, los testimonios falsos, las declaraciones estúpidas de gobernadores y funcionarios.
En esta marcha interminable, de objetivos que a veces parecen inalcanzables, yo te nombro, yo te recuerdo, nosotros los pensamos, nosotros los extrañamos. Sus voces sedientas de justicia, nos faltan.
Cuando las noches se acompañan de estrellas, parece que no está mal volver a soñar y que ninguno puede arrebatarnos los sueños. Cuando todo se oscurece y la ciudad se queda en calma, imaginar la justicia no es malo.
En este mundo tan dolido y jodido, nos envolvemos en letras, nos abrazamos con verdades que inundan los ojos y seguimos de pie, por ti, por nosotros. Por ustedes… que nos faltan.
En estos tiempos de impunidad, nuestra voz seguirá siendo la de ustedes. Gritaremos aunque algunos hagan oídos sordos. Su ausencia seguirá moviéndonos y defenderemos la memoria, porque la memoria, la verdad y el no olvido también son justicia.

¡Somos un gran pueblo para tan poco gobierno!

“No están solos; su dolor es nuestro dolor. Nuestra es también su digna rabia”, 
S.C.I. Moisés, EZLN.

Manifestación por Ayotzinapa, Xalapa, 2014. 


A pesar de la lluvia, el cansancio y el aviso en algunos medios de comunicación de la presencia de granaderos en palacio de gobierno, cientos de normalistas, maestros, estudiantes universitarios y ciudadanos se manifestaron en las calles de Xalapa para exigir la aparición de los 43 normalistas de la escuela rural “Raúl Isidro Burgos” en Ayotzinapa, Guerrero.

“Hoy Ayotzinapa ¿Qué más sigue?, ¿Esperaremos otra tragedia para unirnos? Hagamos conciencia toda la sociedad, en que somos un gran pueblo para tan poco gobierno”.

En medio del llanto, rostros indignados y gargantas que no paraban de gritar ¡Gobierno fascista que mata normalistas!, ¡Basta del narco gobierno, queremos vivos a los normalistas desaparecidos!, diversas personas hicieron uso del micrófono y expresaron su aborrecimiento ante los hechos ocurridos el pasado 26 de septiembre.

“Las escuelas normales rurales se destacan por tener un alumnado de extracción campesina que constante y permanentemente están en la lucha por la sobrevivencia para exigir al gobierno mayor presupuesto, el asesinato de nuestros compañeros normalistas en Iguala, nosotros responsabilizamos al gobierno federal, estatal y municipal. Hoy nos dicen que detrás de todo está el narcotráfico, pero nosotros sabemos que el gobierno federal tenía toda la información para actuar mucho antes en contra de toda la mafia que existe en el estado de Guerrero”.

El pueblo dejó ver la irritación y el repudio ante el gobierno de todos los niveles y la corrupción y delincuencia que imperan en el país. Vestidos con playeras negras y portando flores blancas que representan la paz que la nación necesita, desfilaron desde la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” hasta la Plaza Lerdo, que una vez más fue testigo del poder de una ciudad entera que levanta la voz, que ya no quiere quedarse callada.

Después, el toque de silencio en memoria de los normalistas se escuchó por todo el centro de la ciudad, una marcha que caló hasta los huesos, un aire fresco sintiéndose en el rostro y miradas tristes pero llenas de rabia, uniendo a un pueblo. 

“Exigimos que regresen a su casa, vivos, los 43 desaparecidos, hermanos normalistas de Ayotzinapa”

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

La noche llegó y con ella el frío, el silencio y las veladoras iluminando los rostros de los normalistas que aún no aparecen. El corazón de la ciudad se vistió de mantas, flores blancas y voces atrapadas entre los edificios. 

Policías detenidos, fosas encontradas, pero después de más de 15 días los 43 normalistas continúan desaparecidos. La Procuraduría General de la República informó que ninguno de los 28 cuerpos hallados en las primeras fosas corresponde a ellos, y después de que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, aceptara públicamente y a nivel nacional que en varios municipios de su Estado, la delincuencia organizada es quien “manda”, nada se sabe del paradero de los jóvenes estudiantes.

¡Ayotzinapa vive, la lucha sigue!… El pueblo reclama la aparición de los jóvenes que no son sólo un número, son sueños, son esperanza…. Son el futuro. 

A oscuras… escuchando Radio Teocelo

Arroyo Seco, 2014

Desde que tuvieron memoria vivieron acompañándose de velas, grabadoras con pilas y de los sonidos de la naturaleza en medio de montañas, nubes que tocan el piso y días fríos pero siempre llenos de alegría…

Después de años, este mes los habitantes de la comunidad de Arroyo Seco en el municipio de Xico por fin cuentan con energía eléctrica, servicio que mucha falta les hacía y se había estado gestionando desde hace tiempo, según narró don Juan Martínez Yoval, con una sonrisa de oreja a oreja mientras dejó ver su felicidad por la llegada de la electricidad.

“No pues ya es otra cosa, oiga nomás el ruido, no es igual a estar calladito nomás como si estuviera yo escondido”.

Soledad Martínez Yoval, nacida también en Arroyo Seco, dijo sentirse muy feliz y a gusto, comentó que antes compraban petróleo y llenaban un candil para alumbrarse, luego pasaron a las velas y ahora con la luz han avanzado mucho.

En esta comunidad, los hombres se dedican al campo y a la ganadería, siembran su maíz o frijol, cuidan a sus animales y trabajan fuerte para mantener a sus familias. Por su parte, las mujeres se dedican a la cocina, acarrean el agua cuando falta, limpian las milpas o como ellas le dicen “chapotean” y también venden flor para ayudar a la economía familiar.

Relató doña Soledad que cuanto bajan a Xico a vender, se levantan desde las seis de la mañana y caminan hasta la entrada de la comunidad para alcanzar el camión de las ocho, pero si no tienen suerte, deben ir a pie hasta la cabecera por casi dos horas o si se encuentran alguna camioneta en el camino a veces les dan el aventón.  

A ratos sale el sol en esta comunidad, pero la mayor parte del día está nublado y a veces lloviznando. No hace falta que sea diciembre para ver como la neblina desciende y se mete entre los árboles.

En Arroyo Seco todos los días escuchan Radio Teocelo, y coinciden en su gusto por la sección de mensajes y avisos y por el programa Rancheritas de la tarde, porque dijeron, pueden disfrutar y escuchar música que ya no pasan en otros lados y que a ellos les agrada. Ahora, con la llegada de la electricidad, podrán dejar las pilas y escuchar mejor su radio.
“La radio es la única que nos alegra las mañanas, prende uno el radio y estamos oyendo el noticiero, las rancheritas, mucha alegría que nos da la radio, ya ahorita con la luz ya vamos a dejar las pilas, las velitas, esperamos que esto nos traiga beneficios”, comentó don Juan.

A doña Soledad y su familia, también les gusta escuchar la radio y disfrutar de la programación, la música y la información.

“Es la única difusora que está apoyada por nosotros, ninguna de las demás da los informes como esta porque a base del dinero el gobierno prefiere el dinero y nos ignoran a nosotros y esta no porque sea uno pobre o sea uno rico a todos nos atienden muy bien”.

Dijo don Juan que no imaginamos como todos los días, sin conocernos, estamos en su casa desde la mañanita hasta la tarde.

Esa, es la magia de la radio, de nuestra radio que nos permite llegar, permanecer y volver diariamente a cientos de hogares en donde siempre nos reciben cálidamente y nos conocen así, nada más por la voz.


Felicidades por la unión de su gente y por el logro de la electrificación y muchas gracias a la comunidad de Arroyo Seco porque aun en la oscuridad, dejaron que esta emisora los acompañara desde el amanecer.